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martes, 3 de diciembre de 2013

EL ESTUDIO DE LA ETOLOGÍA Y PSICOLOGÍA

La etología ha mostrado un gran interés por el estudio de la comunicación en el mundo animal. Es un elemento fundamental para la supervivencia y la reproducción.
La comunicación es cualquier acción que transmite información a otros animales e influye en su comportamiento. La comunicación se puede dar entre individuos de la misma especie o de especies diferentes y se realiza a través de señales.









Muchas especies animales viven agrupadas. estas  agrupaciones             tienen como finalidad facilitar la supervivencia de la especie o del grupo-manada. Otros grupos se organizan para cazar. Las
sociedades animales pueden ser mas o menos complejas, pero, 
en la mayoría, se establecen unas jerarquías para organizar las 
conductas del grupo. La jerarquía social hace referencia a las relaciones de dominio existentes en el interior de un grupo.
La relación jerárquica sigue una de las pautas de la evolución:
la selección natural, el poder de los mas fuertes, por lo que, 
habitualmente, los machos más fuertes son los lideres del grupo.
Este tipo de conducta también se da con los humanos. La 
sociedad humana establece una serie de relaciones jerárquicas entre sus miembros con el fin de organizarse. La diferencia clave 
en los mecanismos con los que se establecen los lideres o jerarquía.   

Territorialidad: el concepto de territorialidad hace referencia a una conducta de los animales que consiste en identificar a un animal en un área de terreno determinada. Las conductas humanas también tienen en cuenta el concepto de territorio. La prevención consiste en marcar el territorio ante los otros para que no lo invadan, por ejemplo colocando carpetas encima de una mesa o una prenda en la silla.
El etólogo Calhom(1917-1995) realizo experimentos con ratas de noruega. Coloco una colonia de ratas, con alimentos y sin depredadores, en un recinto al aire libre de un metro cuadrado y comprobó que la población se estabilizaba en 150 miembros, es decir, que el territorio influía en la población. Los machos dominantes luchaban por el alimento y lo rompían cualquier norma territorial y, en general la conducta agresiva aumentó de manera significativa.  


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